A Cristo crucificado

Soneto anónimo, también conocido como No me mueve, mi Dios, para quererte, el más difundido de los sonetos religiosos escritos en español y que para el crítico Marcel Bataillon es “el más ilustre soneto de la literatura española”.

Apareció por primera vez en la Vida del espíritu para saber tener oración con Dios de Antonio de Rojas, en 1628, y más tarde el predicador mexicano Miguel de Guevara lo incluyó en Arte doctrinal y modo general para aprender la lengua matlazinga (1638). Aunque es anónimo, desde su aparición críticos eruditos han atribuido esta composición a san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús, Pedro Reyes, Lope de Vega, fray Miguel de Guevara y tantos otros, pero nadie ha aportado pruebas concluyentes. Incluso se discute la época de redacción y su origen: italiano, latino, francés, portugués. El carácter y contenido de este soneto es místico (véase Mística) y en él se expresa con gran intensidad el amor a Cristo crucificado.


No me mueve, mi Dios, para quererte 
El cielo que me tienes prometido; 
Ni me mueve el infierno tan temido 
Para dejar por eso de ofenderte. 

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte 
Clavado en una cruz y escarnecido; 
Muéveme ver tu cuerpo tan herido; 
Muéveme tus afrentas y tu muerte. 

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
Que aunque no hubiera cielo te amara 
Y aunque no hubiera infierno te temiera. 

No tienes que me dar porque te quiera; 
Pues aunque cuanto espero no esperara, 
Lo mismo que te quiero te quisiera.

FxsI
2006

No busquemos en la tumba

No busquemos en la tumba
al que clavaron en cruz.
Cantemos el aleluya:
¡Ya resucitó Jesús!

El viernes, a la carrera,
fue cosa de irlo a enterrar,
y el sábado, día de fiesta,
fue de llorar y llorar.
El domingo, Magdalena,
apenas saliendo el sol,
tragando su propia pena
fue a buscar a su Señor.

Tres mujeres al sepulcro
se acercan por el jardín:
van en busca de un difunto,
de un cadáver por ungir,
¿quién les moverá la losa,
tan pesada como es..? 
Pero, ¡está abierta la fosa..!
Sorpresa la que han de ver...

Ya no busquen en la tumba
al que miraron en cruz:
Canten alegre aleluya,
pues resucitó Jesús.

No encuentran a su finado.
Un joven sentado está
vestido con lienzo blanco,
y se espantan más y más.
La sonrisa del muchacho
las invita a tener fe:
¡Ya se a quién andan buscando!:
¡a Jesús de Nazareth!

El murió crucificado
y su cuerpo aquí quedó;
pero, si quieren hallarlo,
sepan que resucitó:
Acérquense pa’ que vean
y verán que no está aquí.
Ya va rumbo a Galilea.
Lo dijo antes de morir.

No busquen más entre tumbas
al que triunfó en una cruz:
Canten todos aleluyas,
vive por siempre Jesús.

El joven, muy comedido,
este recado les dio:
A los que eran sus amigos
y a Pedro, el que lo negó,
cuéntenles esto que han visto
y lo que les digo yo:
que, como lo había predicho,
a Galilea ya volvió.

Allá los está esperando
y allá lo habrán de encontrar:
allá donde los humanos
saben llorar y cantar.
Esta es la buena noticia
que yo les anuncio aquí:
Que Jesús es nuestra vida
y no nos deja morir.

Vuela, palomita pura,
lleva a todos esta luz
y cántales aleluya,
porque está vivo Jesús.
FxsI

Guía general para la vigilia de Pentecostés del 2002

PREVIOS:

En breve, espero poder enviar por este mismo medio los textos de las lecturas y algunas fotos de eventos parroquiales (que pudieran emplearse para el arreglo del salón, o compartirse en otra forma).

Tiempo: Sábado 18 de mayo del 2002, a las 19:00 horas.
Lugar: ‘Capilla’ y patio enlosado del Centro Cultural Universitario.

Preparación del espacio:
0. Símbolos principales: Biblia, Cirio Pascual (encendido), imagen de María (Guadalupana), Agua (a partir del Bautismo), Pan y Vino (durante la Cena Eucarística).
1. Capilla: dos sitios diferentes:
1.1. Rueda para la Palabra: sillas, ambón adornado, cirio pascual, cuadro de la Virgen de Guadalupe, textos, músicos, adornos (entre ellos, el símbolo de la parroquia: el Tetraedro con bolas de colores), brasero (a riesgo de que el calor se incremente), escenario teatral (altar antiguo, mesa redonda y sillas móviles). El adorno del salón podría completarse con algunas fotos de algunos eventos parroquiales, tal vez pegadas en cartulinas.
1.1.2. Mesa para la Comida: una sola mesa, quizá en U, con presidencia clara para la ofrenda eucarística y con adornos, manjares y bebidas. La canasta del Pan y la botella o jarra del Vino (tapada, pero fácil de abrir) se colocan sobre la mesa desde el principio de la fiesta.
2. Patio enlosado: Dos o tres cubetas grandes con agua y una jofaina, jarra o pocillo (medianos, como de dos o tres litros, para echar el agua); otros útiles de baño (jabón, toalla, loción y/o desodorante y/o talco, espejo y peine ¿y gel?), y una bandeja vacía sobre una mesa.

Partes de la celebración: Introducción. Fiesta de la Palabra. Bautismo y Fiesta del Agua. Acción de Gracias, Confirmación, Cena Eucarística y Convivencia. Despedida.

INTRODUCCIÓN:

1. María Julia saluda a todos e invita a iniciar la fiesta, en la capilla, y luego a santiguarse: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

2. Invitatorio: María Julia explicita los tres motivos de la fiesta (la manifestación pentecostal del Epíritu Santo, en que nace la Iglesia; el aniversario del inicio de la comunidad parroquial “personalizada e interactiva”, y la incorporación de Isaí a ella, por el bautismo y la confirmación); recuerda que es fiesta de todos y todos participan activamente en ella, e indica que tendrá tres partes (la Palabra, el Agua y la Cena-Convivencia). Anuncia luego que antes de la fiesta Maya ayudará a todos a darle su sentido.

3. Explicación: Maya expone el sentido de Pentecostés, y su relación con María, con el Bautismo y con el Aniversario parroquial.

4. Canto de entrada: El Coro (Doris, Norma e Ismael) inicia el canto, que todos seguimos. Es oportuno que la letra de lo que han de cantar todos se haya repartido a los participantes en la medida en que vayan llegando (no tiene por qué incluir la lista de personas que se recuerdan en la letanía, pero sí lo que todos canten en ella; así como la antífona del salmo, que han de cantar todos).

5. Oración inicial: El presbítero pide a Dios y a Jesús que hagan presente a su Espíritu en la comunidad parroquial, para que nuestra fiesta sea exitosa y de provecho para todos.

6. Petición y recepción: Isaí toca la puerta de la capilla (puede ser la que da a la calle), y un Portero abre el visillo y le pregunta (en voz alta, para que todos oigan) que quién es y que qué quiere. Isaí responde en voz alta. El Portero le pide que espere un momento, y va hacia la comunidad y le informa quién toca y qué quiere, y pregunta a la comunidad si lo admite a la reunión. Una vez que ésta esté de acuerdo, va, le abre y lo invita a pasar. Le da un sitio destacado (no al lado del Presbítero). El Coro o todos podemos acompañar esto con un muy breve canto de bienvenida.


PRIMERA PARTE: FIESTA DE LA PALABRA:

7. Transición: María Julia explica el sentido y los elementos de esta parte de la fiesta; a saber: se recordará al Espíritu Santo, que Jesús y su Padre nos regalan; se evocará la historia del año transcurrido, y habrá elementos de catequesis bautismal, para Isaí y para que a todos nos ayuden. Hecho esto, no hace falta que María Julia vaya presentando uno a uno los puntos que siguen del programa, pero sí que esté pendiente de que cada uno de ellos se inicie oportunamente.

8. Cronología de la Comunidad Parroquial: Coyo la prepara y la presenta, evocando los sucesos o momentos más significativos del año parroquial.

9. Tres Testimonios de la vida parroquial: Se propuso que los dieran Fina, Miriam y Virgilio. No se trata de repetir la cronología, sino de expresar libremente algo de lo que se ha vivido (sea personalmente, sea comunitariamente). María Julia habrá de pedir con tiempo esta colaboración a los tres testigos, y, si alguien no quiere darla, habrá de designar quién lo supla.

10. Teatro: Margarita Gil se encarga de prepararlo, dirigirlo y presentarlo. Se trata de visualizar, quizá con exageración, la situación parroquial de hace un año y la actual, expresadas en dos cuadros (o “actos”) de la misa parroquial: cómo era hace un año, y cómo es ahora.

11. Primera lectura bíblica: María Julia designará antes quién la lea, o pedirá en el momento quién lo haga.

12. “Salmo” [Lc 01: 46-55]: El Coro canta la antífona, que luego cantan todos, como de costumbre, intercalándola entre las estrofas y repitiéndola al final. Las estrofas son cantadas por una o dos mujeres del Coro, sea al unísono, sea en forma alterna (en la hoja de cantos que a todos se reparta no tiene que estar el texto completo del canto; sólo el de la antífona, para que sea lo que canten todos). El canto propuesto es el de María, que ya hemos cantado alguna vez y es muy alegre (sobre todo, si se canta rápido: “Mi alma glorifica al Señor mi Dios...”).

13. Segunda lectura bíblica [1C 02: 02-16]: La Chata la va a leer, y, en seguida, ella misma la va a comentar. Puede ser el texto que se propone en la sección de “textos”, o puede ser en la Biblia que ella prefiera.

14. Fuego: Maya presenta el símbolo del Fuego (el brasero), e introduce a la lectura de San Juan de la Cruz. La hará ella misma, o quien ella designe, con acompañamiento musical de Ismael.

15. Aleluya: El Coro entona el Aleluya, que todos repetimos, y un miembro de él canta el texto aleluyático.

16. Evangelio [Lc 03: 21-22]: El Presbítero lo lee, o pide a alguien que lo lea. Antes, pide el Espíritu Santo para quien haya de leerlo.

17. Aleluya: El Coro facilita que lo cantemos todos, ya sin el texto aleluyático.

18. Homilía: El Presbítero puede comentar brevemente el Evangelio, o aun pedir a los presentes alguna pregunta acerca de él, o aun algún comentario.

19. Transición: María Julia indica que terminó la primera parte y se iniciará la segunda: la fiesta del Agua y del Bautismo. Indica que será en el patio, y que no hace falta llevar sillas (aunque puede haber algunas preparadas para personas a quienes no convenga permanecer de pie por un rato).


SEGUNDA PARTE: BAUTISMO Y FIESTA DEL AGUA:

20. Procesión: María Julia invita a todos a pasar al patio, y ve de que alguien traslade el Cirio Pascual y la Biblia (o el cuaderno del que se hicieron las lecturas) con el ambón, para que presidan en alguna forma la Fiesta del Bautismo y del Agua. Al empezar la procesión se inicia el canto de la Letanía. Durante la procesión, Isaí puede aprovechar para prepararse en privado para el baño, de modo que luego le tome sólo un momento el estar listo para recibirlo.

21. Letanía: Las tres Martínez (si aceptan) preparan la letanía: una breve serie de nombres (quizá unos 20 renglones) de personas que vivieron por la causa de Jesús, y a quienes todos pedimos acompañen nuestro caminar, con la expresión correspondiente: “Acompáñanos” o “Acompáñennos”. Conviene que inicie la lista el Padre de Jesús y nuestro, que le siga Jesús y luego el Espíritu de ambos. A ellos seguirá María, la madre de Jesús, y luego otras personas, tal vez con cierto orden cronológico. Entre ellas conviene incluir, de uno e uno o en grupo, a algunos personajes del Antiguo Testamento y a otros de los más cercanos a Jesús (como Pedro, Juan o María Magdalena), y, de ahí en delante, hasta completar la lista. Se supone que todos ellos habrán de ser difuntos, pero no necesariamente “santos” o beatos, ni cristianos. La cantan dos o tres personas al unísono, y todos respondemos.

22. Transición: María Julia explica el sentido y los elementos de esta parte de la fiesta; a saber: una catequesis bautismal, a cargo de quienes apadrinan a Isaí; la bendición del agua; la petición formal del bautismo y el interrogatorio consecuente (a Isaí, a los padrinos y a la comunidad); el baño o bautismo de Isaí, y la entrega de algunos símbolos a él; la renovación o recuerdo del bautismo de todos los que lo deseen y la confirmación de Isaí, por la que recibe al Espíritu Santo.

23. Catequesis bautismal: Los Padrinos y/o Madrinas elegidos por Isaí (tal vez no más de cuatro) le explican a él el sentido del bautismo: No sólo del signo mismo del agua, sino del significado amplio de él, en el que cabe hablar, si se quiere, de Jesús y su Padre, del Espíritu, de la comunidad cristiana y su responsabilidad y misión, de la eucaristía, o de lo que sea, con miras a que se explicite más el sentido de lo que se va a hacer.

24. Bendición del agua: El Presbítero hace una breve oración al Padre, pidiéndole por Jesús que envíe su Espíritu al agua, para que por ella goce Isaí de la confianza y la libertad de los hijos de Dios, en la comunidad cristiana.

25. Vela: María Julia (o alguna otra persona de la comunidad) explica a todos que del Cirio Pacual (símbolo de Jesús resucitado) se encenderá una Vela (símbolo de la fe de la comunidad), y que la vela irá pasando de mano en mano, hasta que todos la hayan tenido en sus manos. Dicho esto, la enciende en el Cirio, y la pasa a alguno, quien la pasa a otro, hasta que llegue al último, que la retiene encendida.

25. Invocación al Espíritu: Dos grupos de Hablantes, preparados y coordinados por Maya y acompañados por Ismael musicalmente, declaman el canto latino ‘Veni, Creator Spiritus’, en su versión castellana ‘Ven ya, creador Espíritu’.

26. Presentación: María Julia (o alguna otra persona de la comunidad que lo conozca más) presenta al centro a Isaí, e indica que desea ser bautizado.

27. Petición: A pregunta del Presbítero (que en este caso es el Bautizante), Isaí responde que sí desea ser bautizado. Puede narrar en breve su búsqueda de Dios y su acercamiento a la comunidad, y explicitar por qué o para qué desea el bautismo.

28. Entrega de la Vela: Quien retuvo la Vela (o María Julia, si el retinente no puede o no quiere hacerlo) explica a Isaí que la vela simboliza la fe y la confianza que la comunidad le entrega. Y le entrega la vela, que Isaí retiene encendida durante el interrogatorio que sigue.

29. Interrogatorio: El Presbítero, a nombre de toda la comunidad católica, interroga a Isaí acerca de su fe y de su consciencia de la misión y responsabilidad que adquiere al incorporarse a la Iglesia. Asimismo, pregunta a los padrinos si aceptan la responsabilidad que el padrinazgo les confiere, y pregunta lo mismo a la comunidad. Finalmente, pregunta de nuevo a Isaí si quiere ser bautizado, y a la comunidad si lo acepta.

30. María Julia pide a Isaí que se despoje de lo que le estorbe para vivir en libertad, y pide a los padrinos que tengan a la mano todo lo que para el bautismo pueda requerirse: el agua y el jabón, la toalla, la loción y el desodorante, el peine y el espejo y una bata blanca con algo para ceñirla (si hace falta). Mientras los padrinos arriman esto, Isaí le pide a alguien que le cuide la vela encendida, mientras lo bañan, y luego se quita la ropa que desee, y se alista para el baño (el sitio adecuado para él será precisamente sobre la coladera del patio, para que el agua no se encharque).

31. Signación: María Julia pide a dos o tres Miembros de la Comunidad que a nombre de toda ella tracen con la mano la señal de la cruz sobre la frente de Isaí. Así lo hacen ellos, y luego lo hace el Presbítero, una vez a nombre de la Iglesia de Hermosillo (con su Arzobispo) y otra a nombre de la Iglesia Universal.

32. Bautismo: El Presbítero toma agua con la jarra y baña con ella a Isaí, diciendo a la vez las palabras rituales del bautismo. A continuación, los Padrinos ayudan a Isaí a que termine de bañarse, ofreciéndole el jabón y echándole el agua que vaya requiriendo. Terminado el baño, ofrecen a Isaí la toalla, para que se seque. Dichas las palabras rituales, el resto del baño puede ser acompañado por un Solista, por el Coro o por Todos con un canto, que se interrumpe cuando Isaí termine de secarse.

33. Símbolos: Los padrinos van ofreciendo a Isaí en el orden adecuado los útiles complementarios, explicando en voz alta a todos el significado simbólico de cada uno de ellos, a medida que se lo van entregando: la loción y/o el desodorante y/o el talco, y el espejo y el peine (con el gel), y la bata blanca. Isaí los va usando en la forma adecuada, con ayuda de los padrinos en lo que pueda ser conveniente.

34. Vestidura: Isaí pasa (con la bata puesta) a un sitio privado, a vestirse. Regresará cuando termine, revestido con la bata blanca (ya ceñida) que usará hasta el fin de la fiesta.

35. Invitatorio: María Julia invita a los presentes a vivir un recuerdo de su bautismo: Cada quien pedirá a quien desee que le eche el agua y le diga algunas palabras al hacerlo (además de indicarle en qué forma y qué tanto quiere ser mojado).

36. Renovación del bautismo: Mientras se recuerda el bautismo en la forma indicada, el Coro (o Todos o el Solista) continúa el canto antes interrumpido, o lo repite; prolongándolo (o añadiendo otro), si fuera necesario, hasta que Isaí (y los padrinos) se haya reintegrado a la comunidad.

37. Devolución de la Vela: Quien tenga la vela, se la da al Presbítero, quien a nombre de la comunidad la devuelve a Isaí, previa explicación del simbolismo que encierra: No sólo Jesús será en la comunidad luz para él, sino él mismo, en la comunidad y con ella, será luz para todos.

38. Transición: María Julia indica que terminó la segunda parte y se iniciará la tercera: la fiesta del Pan y del Vino y la Cena y Convivencia con Jesús. Indica que será en la capilla, y que entraremos a él en procesión.


TERCERA PARTE: ACCION DE GRACIAS, CONFIRMACION, CENA EUCARISTICA Y CONVIVENCIA:

39. Procesión: María Julia invita a todos a pasar a la capilla, llevando nuestros símbolos: el Cirio Pascual, la Biblia (o el cuaderno del que se hicieron las lecturas) con el ambón, el Agua y la imagen de María, para que presidan en alguna forma la Fiesta del Pan y del Vino.

40. Canto procesional: El Coro lo inicia y lo cantamos todos, mientras vamos entrando al salón y ocupando nuestros sitios a la mesa. No se trata de un canto de ofrenda (puesto que la ofrenda ya está sobre la mesa), sino de alguno que hable de nuestro caminar comunitario y alegre por la vida.

41. Oración Eucarística: El Presbítero invita a todos a dar gracias y en seguida la recita, intercalando en su momento el Coro y Todos el canto del Santo, y terminándola los mismos con el canto final del Amén. Puede elaborarse una oración especial, con elementos del Canon IV, a los que se añadan en sitio oportuno alusiones al Espíritu Santo, a la Parroquia y al Bautismo.


CONFIRMACION

42. Invitatorio: María Julia anuncia que, por ser adulto y según las normas actuales de la Iglesia, Isaí recibirá del sacramento de la Confirmación como una segunda parte del sacramento del Bautismo, y que, por lo mismo, se lo conferirá el mismo presbítero que le confirión el bautismo.

43. Instrucción: El Presbítero explica brevemente el sentido del sacramento de la Confirmación: Por el aceite y la imposición de manos, Isaí, que está bautizado en el Nombre de Jesús, recibe el Espíritu Santo, y, con él y en la comunidad, la sabiduría y la fortaleza para vivir su fe de una manera adulta.

44. Invitatorio: El mismo Presbítero, a nombre del Obispo, invita a Isaí a acercarse al Cirio y al Ambón, acompañado de sus Padrinos, para ser confirmado.

45. Interrogatorio: El Presbítero pregunta a Isaí, a nombre del Obispo, si ya fue bautizado y si desea ser confirmado, explicitando en su pregunta que se trata de ser recibido por el Obispo en la Iglesia de Hermosillo, para vivir en ella su fe como adulto responsable.

46. Confirmación: El Presbítero marca de aceite (“crisma”) a Isaí (de pie) con la señal de la cruz, mientras dice las palabras rituales, y en seguida, arrodillado Isaí. le impone las manos, comunicándole el Espíritu Santo, a nombre del Obispo.

47. Imposición de manos: Algunos miembros de la comunidad imponen en silencio las manos a Isaí. El Coro y Todos acompañan esto con un breve canto apropiado.

48. Los Padrinos o algunos otros Miembros de la Comunidad entregan a Isaí la Biblia, diciéndole las palabras adecuadas (Si la edición escogida no las tuviere ya, conviene añadir pegadas una o dos hojas en blanco, para que, durante la Convivencia que seguirá a la Cena, todos los presentes firmen esta Biblia, que conservará Isaí como recuerdo de su incorporación a la comunidad de la Iglesia universal, a través de la Parroquia [por eso, irá fechada “en la Parroquia Universitaria, Hermosillo, Son., el 18 de mayo del 2002”]).

49. Documento: Fini o algún otro miembro mayor de la comunidad entrega a Isaí el documento preparado para ello, firmado por el Párroco-Bautizante y por los Padrinos, como testigos de lo sucedido.

50. Oración Dominical: María Julia invita y motiva a Todos a cantar el padrenuestro, en la forma acostumbrada.


CENA EUCARISTICA:

49. Comunión: El Presbítero da las indicaciones para que se reparta, en la forma acostumbrada. No se usarán hostias ni una sola copa, sino pan (ázimo), que se irá partiendo al distribuirlo, y vino, que para distribuirlo se irá sirviendo en copas o vasitos (en cantidades diferentes, desde una mínima hasta la copa llena; aparte de que se explicará que no es necesario tomar los dos signos, por si a alguien el del vino pudiera hacerle daño). El Coro y Todos cantan el canto oportuno.



CONVIVENCIA:

50. Invitatorio: María Julia invita a continuar la Cena-Convivencia, haciendo ver que la Vigilia no ha terminado, sino continúa, y que, aunque las formalidades se relajan, eso no signifique que se abandonen las formas propias de un banquete (ayudará para ello que haya dos o tres Meseros, identificables fácilmente por un mandil o delantal; y que el Presbítero e Isaí no se quiten las batas con que han estado revestidos.

51. “Dones”: Coyo y/o la Chata hacen ver que todas nuestras habilidades son dones o carismas que Dios y Jesús nos regalan al darnos el Espíritu, para la construcción de la comunidad humana; y que entre esos dones está el ayudarnos todos a descansar, convivir y divertirnos. En seguida, empiezan a ofrecer los “dones” preparados, para que cada quien escoja uno por azar: Lo van leyendo en voz alta quienes los reparten (que a su tiempo reciben también su propio don), y lo va ejecutando brevemente cada uno (en lo posible, conviene que estos dones sean todos diferentes y no se repitan, aunque algunos pueden pedir que quien lo recibió escoja alguien con quien ejecutarlo. Algunos ejemplos de “dones” sencillos podrían ser el reírse, brincar, hacer muecas, imitar a alguien, bailar o rebuznar; en cambio, piden complemento el pedir limosna, llorar y ser consolado, ponerse de novios o cosas por el estilo. Desde luego se procurará que los “dones” tengan algo de jocoso, pero que a nadie resulten ofensivos o incómodos).

52. Abrazo de Paz: Terminado el reparto y la ejecución de los dones, o cuando lo juzgue oportuno, María Julia invita a alguien a que desee la Paz a todos, y a Todos a darnos en la forma que deseemos el signo de la Paz.


DESPEDIDA:

53. Oración por Isaí: El Presbítero invita a todos a orar por él, y reza la oración adecuada.

54. Oración final: El Presbítero invita a Todos a la Oración Final, de gratitud por la fiesta al Dios Tripersonal, y hace él mismo la Oración, a nombre de todos.

55. Bendición: El Presbítero desea a todos la Bendición de Dios, y los invita a seguir bendiciéndolo con el vivir cotidiano.

56. Avisos: Si los hubiere, los da quien sea oportuno que lo haga.

57. Despedida: María Julia da por terminada la Fiesta, e invita a quienes lo deseen a continuarla menos formalmente.


NOTA FINAL:

Agradeceré acuse de recibo a mi misma dirección electrónica (que aparece en el encabezado), y en ella (como en mi casa o por teléfono) estoy a sus órdenes para cualquier aclaración, comentario o ayuda que pueda yo proporcionar).

Félix, sI

La campana de la parroquia

Sanctae Ecclesiae Paroecialis
CAMPANAE INSCRIPTIO

LAVDO DEVM VERVM
PLEBEM VOCO
CONGREGO CLERVM
DEFVNCTOS PLORO
PESTEM FVGO
TESTA DECORO

De las torres yo soy el ornamento
y alabo siempre a Dios.
A cristianos y a curas al momento
reúno con mi voz.
La enfermedad ahuyento,
y acompaña a los fieles mi lamento
en su cortejo lento
de un ataúd en pos.

Alabo siempre a Dios,
y a cristianos y a clero en un momento
congrego con mi voz.
De las torres yo soy el ornamento.
La enfermedad ahuyento;
y en su cortejo lento
de un ataúd en pos,
acompaña a los fieles mi lamento.

Yo canto para Dios.
A cristianos y a curas al momento
reúno con mi voz.
La enfermedad ahuyento,
y acompaña a los deudos mi lamento
en su cortejo lento
de un ataúd en pos.
Y de las torres soy el ornamento.

Yo canto para Dios.
A clérigos y fieles al momento
congrego con mi voz.
La enfermedad ahuyento.
Devuelvo a los tristes el contento.
De un ataúd en pos,
acompaña a los deudos mi lamento
en el duelo feroz
de su cortejo lento.
Y a las torres les sirvo de ornamento.

Parroquia de Santa María de las Parras
octubre 1990 Félix, S.I.