En la Compañía de Jesús



El día 18 de marzo de 1957 regresó a San Cayetano, Edo. de Mex., para reiniciar su noviciado teniendo otra vez como Maestro de Novicios al P. Enrique Gutiérrez Martín del Campo, sJ, -el Pajarito- y después de la primera probación recibió la sotana el día 25. Un año después el P. José Luis Estrada, sJ. sucedió en el cargo al Pajarito.
Félix hizo sus votos de bienio, también en San Cayetano, el 19 de marzo de 1959.

Principió el juniorado en San Cayetano, siendo Rector el P. Enrique Ma. del Valle.

 


Los jesuitas decidieron cerrar San Cayetano como casa de estudios y por ello fue enviado en septiembre del 59, junto con otros once compañeros –de los cuales tres también son jubilares este año-, a continuar su juniorado en Veruela, al pie del Moncayo, en Zaragoza, España. 

Aunque recordaba con afecto haberse entendido bien con alguno de sus profesores jesuitas españoles, no fue lo mismo con los que ejercían autoridad y vigilaban costumbres, ni menos con las tradiciones vigentes en el viejo monasterio en que se alojaba esa casa de estudios. Así que, regresó en julio o agosto del 60 a San Ángel, a donde llegó a pasar vacaciones hasta el inicio del siguiente curso de Filosofía.
Su magisterio lo hizo en el Instituto Lux en León, Gto. a partir del año 63 y hasta septiembre del 66; cultivó allá algunas amistades especiales tanto con sujetos marginados como con algunos de sus alumnos; desde entonces quedó en la familia el sobrenombre de “janitos” para quienes en cada lugar en el que estuvo le fueron especialmente cercanos, pues éste era el mote cariñoso con que nombraban a alguno que parecía su satélite y que incluso lo acompañó a México en más de una ocasión. 

 
      

En León estaba el 6 de febrero de 1965, cuando murió su papá. Acudió algunos días a acompañar y acompañarse con la familia y después desde allá apoyó muy atinadamente el diseño y vigilancia de la obra para la remodelación de la casa familiar.

Concluido el magisterio volvió a San Ángel para estudiar la Teología durante los años de 1966 a 1970. Su agudeza le permitió manejar con comodidad los estudios, centrándose en lo principal y dejando de lado la paja. En años en que se celebraba el Concilio, desconcertaba en no pocas ocasiones con opiniones críticas o penetrantes a varios de sus profesores; sobre todo en la discusión académica. 
 

Participó además en la primera traducción del Misal al Español al implementarse la reforma litúrgica y ser necesarios textos experimentales para llevarla a cabo, y también en la elaboración de la letra de algunas de las canciones de la “Misa Hosana”.


Recibió el sacramento del orden sacerdotal de manos de Don Sergio Méndez Arceo el 16 de agosto de 1969 en la Capilla del Colegio Máximo de Cristo Rey, y celebró su primera misa al día siguiente en la Iglesia de San Ignacio de Loyola.



Para esta su primera misa, diseñó el ornamento que, con forma de jorongo para la casulla, fue bordado en su mayor parte por su mamá y que, además de una cruz floreada en sus remates, luce una imagen estilizada de Quetzalcoatl. 

Como celebración inmediata de su ordenación colaboró durante un mes en La Misión organizada por un equipo de jóvenes en el pueblo de Cuentepec, Mor.
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A partir de entonces ha sido enviado a realizar su ministerio en diversas obras de la Provincia Mexicana de la Compañía y en algunas otras en las que ésta tiene o ha tenido colaboración, en diferentes ciudades:

  • Maestro de teología en el Seminario de Montezuma, NewMex., hasta que éste se cerró y trasladó a la Diócesis de Tula, en donde colaboró también algunos meses.
  • La investigación sobre la formación de los seminaristas en diversas diócesis; y para la sistematización y publicación de la misma estuvo algún tiempo en la comunidad establecida en la Colonia Guerrero de la Ciudad de México. 
  • En Ciudad Juárez, Chih. dio clases en el seminario local y atendió a seminaristas; y lo mismo en la ciudad de Chihuahua. 
  • También en Chihuahua formó parte de la comunidad del Cerro de la Cruz y trabajó como obrero en una fábrica de tornillos en Ávalos.  
  • Llegó después a Ciudad Netzahualcóyotl en donde trabajó, a manera de cooperativa con diversos operarios, en labores de albañilería, plomería y otras de mantenimiento en general.
  • Tanto en Netzahualcóyotl, como en el destino anterior, volvió a convivir con el Pajarito, su primer maestro de novicios, que fue ahora su Instructor de Tercera Probación, mientras él a su vez le daba el servicio de ‘pepe grillo’. 
  • En 1978 le fueron concedidos los últimos votos, como Coadjutor Espiritual en la Compañía de Jesús, que pronunció en una celebración íntima de la comunidad en Netzahualcóyotl el día 15 de agosto.  
  • Suplió durante algunos meses al capellán de las Islas Marías, quien al regresar se encontró con que le había quitado los santitos de la Capilla del Penal y había introducido modalidades pastorales y litúrgicas con las que no estuvo de acuerdo. Con este antecedente no pudo volver a las Islas Marías como hubiera deseado. 
  • Ya destinado a Tijuana, se trasladó durante algunos meses a la comunidad de los jesuitas centroamericanos en el Cerro del Judío, para terminar de impartirles algún curso de filosofía . En esta comunidad ayudó también a mejorar algunas de las instalaciones habitacionales y el inhabilitar ‘el diablito’ con que algún vecino se aprovechaba de la luz que pagaba la comunidad, le valió la descripción del “padre foráneo” que vino a descomponer la situación. 
  • Llegó a Tijuana y durante casi ocho años visitó y acompañó a los internos en ‘La Pinta’; junto con un grupo de laicos y laicas a los que guió los Ejercicios y de los que varios llegaron a integrarse en una comunidad CVX, organizó y participó en múltiples ‘Cursillos’ y otras actividades dentro de la cárcel. Acompañó a la ‘Comunidad Las Californias’ que integraba a miembros de ambas Californias y junto con ellos participó en varias asambleas nacionales, a la vez que colaboró con la CVX Nacional en distintas ocasiones y redactando algunos documentos. Durante su estancia en Tijuana continuó la práctica de la plomería y otros menesteres de mantenimiento a uno y otro lado de la frontera.
 


A lo largo de su estancia en esa ciudad distante alrededor de 3000 Km. de la Ciudad de México, tuvo especial empeño en grabar para su mamá una gran cantidad de música y de lectura hecha por él mismo de varios libros o artículos que pudieran interesarle y que, al estar ella cada vez más limitada de la vista y disminuida por la edad, escuchaba todos los días desde su silla mecedora sin dejar de hacer con frecuencia el comentario de que ‘el que está más lejos, me acompaña todos los días’. Mientras Félix celebraba el oficio del Viernes Santo en un barrio de Tijuana, su mamá falleció en México el día 1° de abril de 1988.

  

  • Había dedicado ya un buen tiempo al ministerio de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, cuando con la misión de vigorizarlo fue enviado a Parras, Coah. de donde habría de desplazarse según conviniera, a la vez que atendería otros asuntos pastorales demandados por los feligreses.
  • También en Parras se familiarizó con el uso de la computadora, que ha llegado a dominar provechosamente, y desde ahí inició un servicio informal de intercomunicación entre muchos de los jesuitas de la Provincia.
  • Regresó, después de muchos años, a vivir durante algunos en la Ciudad de México en la que nació pero a la que ya le cuesta trabajo habituarse. Su misión en este caso fue apoyar, desde la Comunidad de Legaria, al trabajo de la Curia principalmente manteniendo el servicio iniciado de intercomunicación y haciéndose cargo de la publicación periódica de las Noticias y anual del Catálogo de la Provincia.
  • Muy probablemente el ritmo de vida al que ya no está acostumbrado, junto con la edad y otras limitaciones, hicieron que su salud se resintiera y aumentara de manera alarmante el número de sus triglicéridos y aun hubo de ser sometido a una angioplastía para desbloquear sus coronarias.
  • Actualmente está destinado a Hermosillo, Son. en donde también impartió durante un tiempo algunas clases de filosofía en el Seminario Conciliar y fue visitante asiduo al Cotume; donde, entre otros apoyos, ideó para los chavos la edición y publicación de “la interneta”. 
 Nuevamente le tocó vivir lejos de la familia el fallecimiento de otro de sus componentes más cercanos: Javier, el hermano inmediato a él cronológicamente, que murió en Parras, Coah. el jueves santo 17 de abril de 2003.
  


Desde su llegada a Hermosillo atiende a la Parroquia sui iuris llamada Universitaria y ahora comparte gran parte de su vida con los internos en el Cereso 2. Goza de excelentes amistades y aviva la interrelación familiar con la creación, colaboraciones y mantenimiento del Blog “En Familia”.

  
Buen escritor, en ocasiones un tanto extenso, ha preparado numerosos artículos y publicaciones tanto para uso interno de la Provincia o de sus alumnos seminaristas, como para otros; algunos especialmente dirigidos al medio popular. Ha sido reconocido como un muy buen traductor ‘al lenguaje sencillo y contemporáneo’ de textos como los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y la Biblia totalmente digitalizada en su versión El Libro de los Libros. Algunos de sus escritos van apareciendo, paso a paso, en su Blog Fxsi.

Aunque por distancia geográfica ha estado ausente en varias celebraciones de acontecimientos familiares, siempre lo hemos sentido cercano y para todos es muy grato convivir con él cuando nos visita; gozar de su ironía y sentido de humor y beneficiarnos con su colaboración desinteresada tanto desde los aportes prácticos de reparaciones, instalaciones y otros, como los más profundos de acompañamiento, elaboración de materiales o servicios religiosos.
Compartimos hoy esta celebración con su familia local en Hermosillo, a quienes agradecemos su cariño y solidaridad; y con quienes nos sentimos estrechamente unidos en este día.
... hasta aquí estos chispazos:
testimonio de la fidelidad siempre anhelada por parte de quien desde muy chico afirmaba que de grande querría ser “jesuita albañil” y la siempre evidente por parte de Papá que a lo largo de su vida lo ha llamado, acompañado y cuidado cariñosamente.
Una felicitación muy cariñosa para Félix y la celebración con él de este jubileo, que seguramente le llevará a afirmar convencido, una vez más:
“sé en quien he puesto mi confianza”
marzo 18 de 2007
  

Texto tomado de "Chispazos de Félix sI, Jubileo de 50 años como jesuita 1957-2007"
por José Ignacio y María Magdalena Palencia Gómez.

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