Guía y textos para la misa en mi septuagésimo quinto cumpleaños

Un recuerdo que nos alegra el corazón, en este día 11 de Abril del 2016:

GUIA Y TEXTOS PARA LA MISA EN MI SEPTUAGESIMO QUINTO CUMPLEAÑOS

FxsI

00. Nota histórico-ambiental:
Habiendo sido avisado que en casa de Procopio y Telma (Benjamín Muñoz 243, col. Balderrama) sería la misa a las 7 pm, a las 6 estábamos ya ellos dos y la familia Díaz-Aguirre: Rolando, Yadira, Rodrigo y Diego. Llevaba yo estola blanca y había en la casa pan y vino, y un cirio pascual pequeño y adornado.
Fueron llegando otros de los invitados, y a las 7:15 alguien dijo de empezar, pero no lo hicimos sino hasta las 7:30, en que propuse yo que nos moviéramos con todo y sillas a un sitio iluminado, pues en la terraza amplia descubierta de la casa se había venido conformando una rueda de sillas alejadas de la luz eléctrica.
Acarrearon sillas los asistentes, y las empezaron a colocar butacas de teatro o cine: una tras una mesa, y las demás al frente en filas; en total, unos 20 asientos. De amigos de hace más años, estaban Virgilio (sin Alejandra y los niños –Alex y Yessi–, pues ella estaba trabajando; Isaí, Rocío y sus hijas –Mariel Arkhe y Daria–, Ismael Meza, y Lupita, compañera un tiempo de Ismael. De exalumnos míos, sólo Teodoro con Paola –su novia–. De amigos mayores de edad y de generación anterior, Procopio y Telma, ya citados, y Roberto y Blanca, papás de Juan Pablo Gil, sI. De un grupo algo más joven, de universitarios exalumnos de colegio lasallista, Jorge Salcido, Lupita Díaz Ariyochi y unos dos o tres más, apenas sí conocidos. Acompañante de idas a la cárcel, Anita, con quien llegaron un exconvicto recién liberado, Horacio, a quien ella recogió en donde vive él con su mamá y su hermana, y Natalia, joven colombiana de unos 30 años quizá, a quien yo no conocía, quien presta servicio voluntario en el comedor para Migrantes en Nogales, de la Kino Border Initiative, del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes. Y del grupo que así se considera pre-cvx, aparte de los citados Ana, Yadira y Rolando, también Melina y Santiago.
Antes de integrarme al grupo, empecé a mover mesa y sillas, para lograr que la mesa estuviera más al centro y debajo de la lámpara y que formáramos una "rueda" en torno a ella, e insistí luego en que nadie quedara en segunda fila, pues –lo dije claramente– la igualdad era más importante que lo redondo de la rueda.
Había llevado en papeles separados y numerados los textos que quería que se leyeran y había escrito en ellos, mientras esperábamos para empezar la misa, los nombres de a quiénes entregarlos, y en otro papel el orden en que serían leídos. Es este orden el que sigo al transcribir los textos –o la serie de acciones realizadas (con indicación de autores y actores, cuando lo considere oportuno–, no exactamente como lo preví, sino como se realizó de hecho:


01. "Mi fiesta de cumpleaños" – (abreviación de un texto algo más amplio de FxsI – Félix:
Con tres cuartos de siglo de vida extrauterina, voy empezando a comprender que no comprendo nada ni a nadie, ni menos me comprendo a mí. Nos decían al estudiar Filosofía que todo lo real es hermoso, uno, verdadero y bueno. De lo primero, yo no soy quién para juzgar, aunque no creo que el espejo me mienta; pero, de los otros tres, no me creo ni tan uno, ni tan verdadero, ni mucho menos tan bueno; aunque al mismo tiempo siento que sí lo soy.
Si me asomo a mí mismo, encuentro que soy mucho menos y mucho más que lo que creo que soy. Soy el mismo que nací en Tacubaya, muy cerca de México, hace 75 años; pero a la vez no soy el mismo:
Siempre ha habido algo en mí que me ha empujado a que quiera ser mejor que como soy, y el ambiente en que he vivido ha ayudado para que logre un poco de eso. Ese ambiente lo representan ustedes, que están aquí conmigo, por lo que les doy las gracias.
Quiero dar gracias por tanta gente que ha sido muy buena conmigo; tanta, que nunca acabaría yo de nombrarla. Por eso, cuando supe que me organizaban esta fiesta, les pedí que en ella hubiera misa.
Para mí la misa tiene que ver mucho con mi vida y con la de todos nosotros. Tiene un origen muy antiguo, desde a quienes reconozco como antepasados nuestros, si no en la sangre, sí ciertamente en la cultura. Menciono de ellos por lo pronto a Abraham, que vivía por donde ahora es Turquía o Siria, en climas y paisajes parecidos a muchos de Sonora y Arizona. La Biblia dice que cuando tenía 75 años, por mejorar él y que mejorara su familia emigró a otras tierras, donde crecieron sus hijos y sus nietos.
Muchos años después, un grupo de ellos se fue a vivir a Egipto, huyendo de la sequía y en busca de comida. Y la encontró, pero acabó siendo esclavo en el país más poderoso del mundo (todavía plano y no redondo) que ellos conocían. Hasta que Moisés organizó a esa gente para buscar una vida más libre y mejor. Es una historia o leyenda que todos conocemos, y no hace falta que la cuente.
De esa gente nació después otro gran hombre: Jesús de Nazareth, que se educó en las costumbres y tradiciones de su pueblo. Para él, el deseo de siempre mejorar tenía ya un nombre propio, que se traduce ahora como 'Jehová' o 'Yahveh', al que los mexicanos antiguos le llamaban Téotl, los griegos QeoV -¿?-, los romanos Deus y los españoles Dios.
Cuando yo era niño, mi mamá y mi papá me hablaron de él, y me enseñaron a pedirle y agradecerle la comida, y hace unos cincuenta años, siendo ya jesuita, me tocó estudiar muchas cosas de él, en Teología. Lo mejor que recuerdo de entonces es haberme dado cuenta de que no sé nada de él.
Mi ambiente familiar y escolar me habían llevado a querer ser jesuita, y entré a "Compañía de Jesús" por la puerta del Noviciado de la Provincia Mexicana, el 18 de marzo de 1957.
La tradición cuenta que Jesús, como buen judío, desde niño celebraba la fiesta de la Pascua; o sea, del Paso de Dios por la vida y la historia de su pueblo, y del Paso de ese Pueblo a una vida más humana y libre, pasando primero por un charco del Mar Rojo, y atravesando luego un gran desierto.
Jesús mismo fue un pasar de Dios entre la gente: se la pasó ayudando y haciendo el bien a todos. Su vida y su palabra entusiasmaron a unos, pero resultaron incómodas para otros, sobre todo para los dueños del poder religioso, económico y político (medios de comunicación no había entonces todavía). Supo dar esperanza a los jodidos, que los había entonces, como sigue habiéndolos ahora. Esto le costó la vida; pero él conservó siempre su bondad, su honestidad y su verdad, contra las que no pudo ni la muerte.
Por eso, quise celebrar hoy la misa con ustedes: Así como esta fiesta es un rito que expresa y alienta amistades ya antiguas o recientes, así también la misa es un rito: el que celebra el paso de Dios por el pueblo de Israel, y el paso de Jesús por ese pueblo y para todos.
Para mí, se trata ante todo de un rito de perdón, de gratitud y de esperanza: un pasar de nuestra superficie hasta lo nuestro más hondo, donde está lo más bueno y lo más malo de nosotros, en el misterio de nuestra propia libertad. Y es también un rito de nuestro dar pasos desde nosotros hacia otros más: a los que queramos y podamos, o a los que nos busquen o la vida nos acerque. Porque dentro de cada uno de nosotros hay mucho que agradecer y perdonar, y mucho que hacer y que esperar.


02. Pregón de la Pascua – Anónimo latino, s. IV; versión FxsI, abreviada – Yadira y Rolando:
La luz de JesuCristo
que esta noche brillante resucita,
alumbre los caminos
obscuros de la vida,
y el corazón de quienes los caminan.

Alégrense los ángeles
y gocen las celestes jerarquías.
Trompetas jubilares
anuncien la noticia
del triunfo de Jesús, pastor y guía.

Alégrese la tierra,
radiante como el sol de medio día:
¡Se acaban las tinieblas!
¡La luz de Cristo brilla,
y aparta de este mundo la neblina!

Alégrese la Iglesia,
jardín de Dios y madre venerable,
al verse de luz llena;
y el pueblo de Dios cante
en alta voz el canto de su pláceme.

Mis queridos hermanos:
Les pido su oración al Dios benigno,
para que, iluminándonos,
haga pleno y fructífero
el elogio que haremos de este cirio.

–¡Levanten ya sus ánimos!
–¡Estamos muy contentos ante Dios!
–¡Su amor agradezcamos
a Dios, nuestro Señor!
–¡Es justo, y nos lo pide el corazón!

Es en verdad muy justo
alabar a Dios, Padre omnipotente,
y a Jesús, Hijo suyo;
y que en mi voz se muestre
mi corazón, eufórico y alegre.

Jesús pagó la deuda
y borró con su sangre el expediente
que Adán nos dio en herencia.
Su sangre nos protege
y en su pascua nos libra de la muerte.

Esta es la noche santa
en que tu pueblo libre, caminando,
atravesó las aguas,
y en que con fuego y rayos
disipaste las sombras del pecado.

Esta es la santa noche
que devuelve la vida a los cristianos,
y los colma de dones:
¡Les cura sus pecados,
y los une a los ángeles y santos!

Esta noche santísima,
destruyendo los lazos de la muerte,
Cristo vuelve a la vida,
y victorioso asciende,
dispuesto a consolar a los creyentes.

¡Qué grande es tu ternura!
¡Qué enorme tu bondad y tu cariño!
¡Por perdonar mi culpa,
amando tanto a tu Hijo,
lo entregaste a las fuerzas del maligno!

¡Qué dicha haber pecado,
cuando por mi pecado he merecido
tener un Dios humano!
¡En la muerte de Cristo,
el hombre vuelve a hallar el paraíso!

¡Qué noche tan feliz,
testigo del regreso de la vida
en secreto jardín!
¡Tú brillas como el día,
radiante de favores y de dicha!

¡La fiesta de esta noche
ahuyenta la maldad, lava las culpas,
la inocencia repone,
las discordias expulsa
y acaba con dominios y amarguras!

Recibe, Padre santo,
esta noche de dones y de fiesta,
la ofrenda y holocausto
de este cirio de cera,
que consagra en tu honor la santa Iglesia.

Es columna llameante
nutrida del trabajo de la abeja;
y, aunque su luz reparte,
su resplandor no mengua,
porque en sabios panales se alimenta.

¡Oh noche felicísima,
en que se junta el cielo con la tierra!
En ella Dios invita
a compartir su herencia:
¡La vida que en su Cristo nos entrega!

Cuida, Padre, este cirio,
y haz que su luz se sume a las estrellas.
Que lo encuentre encendido
la matinal lumbrera
cuya luz no se apaga y es eterna.

¡Ese lucero es Cristo,
a quien resucitaste de la muerte!
Su resplandor invicto
ya nunca se obscurece,
y relumbra por siempre y para siempre.

Amén.


03. Canto de triunfo y libertad – Exodo 15 (letra: fxsi; música: Teodoro) – Teodoro:
Cuando Dios libró de Egipto a su pueblo y ahogó a los egipcios en el mar, Moisés y su hermana María empezaron a cantar, y todos los siguieron:
 
Caballos y carros,
guerreros con armas potentes,
Dios hunde en las olas rugientes
del mar.
Marchemos cantando,
que Dios con su mano
nos quiso librar.
El ve por su pueblo
y quiere gocemos de la libertad.
Caballos y carros,
guerreros con armas potentes,
Dios hunde en las olas rugientes
del mar.
Creyó su soberbia
que nadie la guerra
les iba a ganar,
y llenos de orgullo
pensaron que el mundo podían sojuzgar.
Caballos y carros...
Y Dios por su gente
en ira se enciende
y sale a luchar.
Su orgullo confunde:
con aire los hunde
en lo hondo del mar.
Caballos y carros...


04. Evangelio:
04–3. Aleluya (canto) – tradicional – Coro: Teodoro, Yadira, Rocío, etcétera:
¡Aleluya!, ¡aleluya!
04–2. verso: – Lucas – Rocío.
Miren de cuidarse de cualquier tipo de codicia;
y no por tener cierta abundancia hagan depender su vida del dinero.
04–1. Aleluya (canto) – tradicional – Teodoro, Yadira, Rocío, etcétera.
¡Aleluya!, ¡aleluya!

04. Asuntos de dinero – Lucas 12: 13-34 – Virgilio
Un día, uno de tantos se le acercó a Jesús y le dijo:
Maestro: Dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia de mi padre.
El le respondió:
¡Vaya! Si yo no soy notario, ni juez de lo civil, ni tu padre me dejó como albacea...
Se fue aquél, y Jesús les dijo a sus propios aprendices:
Quiero decirles algo a ustedes:
No maltraten su vida preocupándose de la comida, ni su cuerpo por tener con qué vestirse:
La vida vale más que la comida y el cuerpo vale más que la ropa.
Fíjense en los chanates:
No siembran ni cosechan, y no tienen ni bodegas ni despensas; ¡y Dios los alimenta!
¡Cuánto más valen ustedes que los pájaros que vuelan!
¿Quién de ustedes, por más que se angustie y se preocupe,
puede hacer que su vida se alargue medio metro?
Y si no pueden ni siquiera esto tan pequeño,
¿qué caso tiene que se preocupen de lo otro?
Fíjense en los lirios:
No fabrican hilo ni lo trabajan en telares...
Y les aseguro que ni Salomón en sus mejores tiempos logró vestirse como uno solo de ellos.
Las yerbas están un día en el campo, y al día siguiente van a dar al horno...
¡Y Dios se encarga maravillosamente de alimentarlas y vestirlas!
¡Cuánto más lo hará con ustedes, aunque su fe sea tan pequeña!
Tampoco anden buscando qué comer o qué beber,
ni dejen que estas cosas los trastornen o depriman:
Todos los que no creen y no confían andan siempre viendo cómo conseguir todo esto.
¡Pero ya sabe su Papá que ustedes necesitan casa, vestido y sustento!
Preocúpense de lo que a Dios sí le preocupa, y él se encargará de que no les falte nada.
¡No tengan miedo, corderitos míos!:
¡Su Papá quiere darse el gusto de regalarles lo que de veras necesitan!
¡Vendan todo lo que tienen, y denlo de limosna!:
¡Hagan sus ahorros en cosas que no se devalúen, y tendrán con Dios un tesoro inagotable,
Allí donde ningún ladrón se acerca ni hay termita que ataque y haga estragos.
¡Porque, en donde pongan su tesoro, allí es donde va a estar su corazón!

04+1. Aleluya (canto) – tradicional – Coro: Teodoro, Yadira, Rocío, etcétera.
¡Aleluya!, ¡aleluya!


05. Comentario – Pablo, a Timoteo – Santiago:
Párrafos de una carta de Pablo a su amigo y colaborador Timoteo, escrita desde su celda en la prisión de Roma, poco tiempo antes de ser decapitado... (cfr. 2ª a Timoteo).
Estoy al servicio de Dios con una conciencia tranquila, como lo recibí de mis antepasados. Dios no nos ha dado un espíritu de timidez; sino de fortaleza, de amor y de buen juicio. No te avergüences de ser testigo del Señor nuestro, ni tengas vergüenza de mí porque esté preso.
Con la fuerza de Dios, acompáñame en lo que sufro por la buena noticia: La de que Dios nos ha dado la libertad, no por mérito nuestro, sino gratis. Ese es el evangelio que se me encargo que yo comunicara, y por hacerlo estoy ahora preso.
Pero no me da vergüenza, porque sé en quién tengo puesta mi confianza, y estoy seguro de que él sigue siendo fiel y poderoso.
Tú cumple también el encargo que recibiste, pues cuentas con la fuerza del Espíritu Santo, que vive dentro de cada uno de nosotros. Un combatiente se olvida de otros asuntos para vivir para su lucha, y algo parecido hace un deportista; y el campesino trabaja duro, para recibir lo que la tierra le regala.
No te olvides de Jesús, por el que ahora me tienen encadenado como malhechor... ¡Pero no pueden encadenar a la palabra de Dios!: Acompañando a Jesús en su muerte, lo acompañaremos también en su vivir. El dicho popular es verdadero: 'Siendo sus compañeros al morir, lo seremos también en el vivir', y 'Aun si lo traicionamos.., ¡él es fiel, porque nunca abandona su papel!'
Invita a todos a no pelearse por cosas de palabras, que no son de provecho, y procura estar ante Dios como buen trabajador del que nadie se avergüenza, yendo derecho a fondo y sin rodeos a la verdad. La palabrería inútil que por todas partes corre es un cáncer que todo lo devora.
Sin embargo, los cimientos de Dios siguen bien firmes, y tienen grabados sus letreros: 'El Señor no olvida de los suyos' y 'El mejor culto a Dios es la justicia'.
En una casa grande, hay trastes muy variados: unos de oro y plata; otros de madera y barro. Lo importante es que estén limpios, y listos para lo que el dueño quiera usarlos con provecho.
Huye de tus antojos y pasiones juveniles, y pide ayuda al Señor, de corazón sincero piden ayuda al Señor. Así, irás tras la justicia, y tras la fe, tras el amor y tras la paz.
No aceptes discusiones tontas y sin método, que sólo engendran pleitos. Quien sirve al Señor no debe andar en pleitos. Debe ser tranquilo en su trato y tolerante para todos.
Se avecinan tiempos muy difíciles: La gente se irá haciendo aprovechada y amante del dinero, y orgullosa y soberbia. Va a insultar a los demás, a ser malagradecida y a rebelarse contra sus mismos padres. Y va a decaer el cariño familiar y a crecer el desamor.
No se respetarán los pactos y unos a otros se echarán la culpa. No habrá ningún freno ni ningún sentimiento humano. Nadie amará el bien, y se multiplicarán los traidores. La gente actuará con precipitación y sin ninguna claridad de ideas. No se entregaran a Dios, sino al placer; y, aunque conserven las apariencias de vivir la religión, en el fondo la despreciarán y renegarán de ella.
Tú me has acompañado de cerca en mi servicio: en lo que enseño, lo que vivo y lo que pretendo; en la fe, la tolerancia, el amor y el aguante, y en las persecuciones y las penas...
Todo el que quiere vivir como auténtico cristiano acaba por ser perseguido y maltratado. Tú manténte firme en lo que aprendiste y en lo que confiaste. Proclama la palabra. Sé insistente, a tiempo y a destiempo. Señala los errores, y no dudes en señalarlos; pero hazlo todo con gran tolerancia, y con explicaciones y razonamientos...
Vendrá un tiempo en que no soportarán la enseñanza saludable: A su antojo y capricho, amontonarán maestro sobre maestro, buscando en ellos que les halaguen los oídos. Y se apartarán de la verdad, para creerse cuentos e historietas.
Consérvate despierto y en tus cinco sentidos, y acostúmbrate a soportar sinsabores y fatigas. Trabaja en dar la buena noticia del evangelio, y cumple por completo tu servicio...
Mi vida ya casi se derrama, y se me acerca el momento de desmantelar mi campamento. Mi pleito fue en buena pelea. Corrí hasta el final de la carrera. Y conservé fielmente mi confianza.
Pon empeño en venir a visitarme cuanto antes: Cuando vengas, tráeme mi abrigo, que se me quedó en Troya, en casa de Carpio. Y también mis libros, pero sobre todo, mis cuadernos y papeles.
Nadie me acompañó cuando me llevaron al juzgado. Pero el Señor estuvo de mi parte y me dio fuerzas. Me regaló poder dar buenas noticias a los presos y a los guardias. Tú date prisa en venir, antes de que empiece el mal tiempo. ¡Y que el Señor esté contigo!


06. Canto del que envejece – Salmo 70 (abreviado) – Félix:
Señor: ¡A ti me acojo!
No quede yo por siempre confundido,
pues tu justicia invoco:
Por ella, te suplico,
cuídame, y haz de mí tu protegido.

Acerca tus orejas
para que oigas la voz de mi plegaria:
Sé para mí mi peña,
mi refugio, mi alcázar,
mi bastón, mis dos brazos y mi lámpara.

Señor: Espero en ti:
Desde mi juventud, en ti he confiado.
Tú has sido para mí
mi apoyo y mi resguardo,
desde que, niño, di mi primer paso.

Desde antes de nacer,
tú ya me protegías y me cuidabas;
y, desde el primer mes
que estaba en las entrañas
maternas, en ti puse mi confianza.

Ahora que ya envejezco,
yo te pido, Señor, que no me dejes:
Me estoy haciendo viejo.
y siento los reveses
de una vida que avanza y desfallece.

Yo confiaré hasta el fin,
y seguiré narrando tus hazañas:
Nada podrá impedir
que siga yo en mi maña
de repetir a todos tu alabanza.

Desde mi juventud,
a través de señales y prodigios,
siempre me guiaste tú.
Ahora yo los publico,
para anunciar tus hechos a mis hijos.

¡Oh Dios!: En mi vejez,
yo te pido que no me desampares:
Como lo puedes ver,
son muchos mis achaques.
¡Sólo tú eres capaz de consolarme!

¡Mantén mi dignidad,
para que con orgullo yo también
pronto vuelva a cantar
los cantos que me sé
en honor del Dios santo de Israel.

Tomaré mi guitarra,
y, alegre, cantaré que tú eres fiel:
¡Tú rescataste mi alma,
y a todos les diré
que no me abandonaste en mi vejez!


07. A la víctima de la pascua – Wipo de Buergundia, s. XI; versión FxsI – Diego + Rolando + Yadira:

D: Presenten los cristianos alabanzas
y ofrendas a la víctima de pascua.

R: Pagó por las ovejas el cordero:
Jesús, siendo inocente, a los culpables
la paz nos dio de nuevo
con el Padre.
Lucharon en batalla nunca vista
la vida con la muerte; y, siendo muerto,
vive triunfante el dueño
de la vida.

D: ¡Anda, cuéntanos, María!:
¿qué viste al nacer del día?

Y: Miré testigos angélicos,
y vi el sudario y los lienzos.
Vi de Cristo viviente la tumba vacía,
y la gloria miré del que vuelve a la vida;
¡Mi esperanza, que es Cristo, de nuevo despierta!:
¡Se adelanta a los suyos, allá, en Galilea!

R: Más crédito debemos a María,
fiel única y veraz,
que no a la autoridad santa judía,
mentirosa y falaz.
Que el Cristo no quedó entre los difuntos
sabemos que es verdad.
¡Jesús!: ¡Te suplicamos en tu triunfo
que nos tengas piedad!


08. Oración Eucarística – Improvisación inspirada en el Misal Romano – Félix.


09. Oración Dominical:
09-1. Invitatorio – FxsI – Félix:
Antes de rezar la oración que Jesús nos enseñó, quiero decirles lo que me significa ahora:
A todos las personas presentes (y a las pasados y futuras, y a la multitud de ausentes, les pido perdón por no haber sido siempre bueno con ustedes; les agradezco, que siempre lo han sido conmigo, y confío en que podamos seguir acompañándonos un rato, para que, como compañeros de paso, nuestro paso por la historia sea bueno para todos aquellos con quienes nos encontremos.
Muy en particular, agradezco a quienes cooperaron y cooperan para este rito festivo en mi cumpleaños: prestando casa, aportando a algo de comer o de beber, o compartiendo sus habilidades, técnicas, artísticas, vehiculares, internéticas o verbales.
Y deseo en algún modo tener presentes a otras personas más:
Primero, a la enorme población humana encarcelada, que no puede enviar a nadie a una reunión como ésta: 240 mil en cárceles mexicanas, y unos 10 millones de hermanos nuestros en el mundo. Con 27 de ellos espero poder celebrar mañana mis 75 años, y a todos los representa en este momento Horacio, que salió de la cárcel hace pocos día.

Segundo..:
Alguna vez sentí y dije que "Lo posible no tiene sentido, y lo que tiene sentido es imposible"; y hace poco me referí a ello con dos palabras: 'impotencia' y 'vacuidad'.
Lo menciono, por tener presentes a dos naciones o pueblos especialmente cercanos, tan en crisis uno como el otro: El anglo americano y el latinoamericano; uno, tipificado en Wall Street, Hollywood o Las Vegas; el otro, en la Habana, Quito, Sucre y Caracas.
Quiero, en esta reunión de perdón, de agradecimiento y de esperanza, que tengamos ante Dios buenos deseos para los Estados Unidos, y sobre todo a Venezuela: con Obama y con Maduro, respectivamente; y, desde luego, para Hermosillo, Sonora y México, López Caballero, Padrés y Peña Nieto.

Tercero, a mi familia: mis siete hermanos y sus descendientes, con los cónyuges de los casados.
Y cuarto y último, a la iglesia Católica, con Francisco, y a la sonorense, con Ulises y Felipe; y las demás iglesias cristianas, y a judíos y musulmanes, con quien nos une una tradición y con quienes compartimos muchas de nuestras creencias. Y también a la Compaña de Jesús toda, y a quienes la gobiernan actualmente, sobre todo en tierras mexicanas.
E invito a quien lo desee a que añada alguna otra oración o petición.
(tras unos momentos de silencio, sólo Yadira pidió por su suegra enferma y Natalia por todos los migrantes, de cualquier región del mundo).

Estos buenos deseos o peticiones, los podemos expresar juntos diciendo el padre-nuestro...


09. Padrenuestro – Tradicional – Todos:
Padre nuestro, que estás en el Cielo:
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdónanos lo que te debemos, como también nosotros perdonamos a los que nos deben.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos de todo mal.


10. Ven, Espíritu Santo – Autor desconocido, anterior al s. XII – Telma y Procopio.
 
Ven, Espíritu Santo,
y desde el cielo mándanos
tus alumbrantes rayos.
Ven, padre de los pobres,
dador de los favores,
luz de los corazones;
consuelo perfectísimo,
sabroso huésped íntimo,
dulzura, paz y alivio;
 
descanso en la labor,
frescura en el calor,
alivio en el dolor.
¡Oh luminosa dicha!:
Penetra hasta las vísceras
de los que en ti confían.
Limpia lo que está sucio;
cambia lo seco en húmedo;
lo lastimado, cúralo;
 
ablanda lo que es duro;
da fruto a lo infecundo;
y a lo desviado, rumbo.
Con fe y confianza enormes,
deseamos nos otorgues
tus santos siete dones:
Danos vigor, salud,
justicia, paz, virtud,
felicidad y luz.


11. Comunión – Repartida por Telma y Procopio (usamos unos bollitos hechos por Rocío, y vino ofrecido por Procopio) – acompañamiento musical: Teodoro.


12. De pie, la madre estaba – siglo XIII (atribuida a Inocencio IIl o a Jaocopone de Todi, OFM) – Rocío:
De pie, la dolorosa Madre estaba
muy cerca de la cruz, bañada en lágrimas
ante el crucificado;
y allí, frente a su amor, brutal espada
partió su corazón, hecho una llaga,
doliente y contristado.
¡Qué amarga la aflicción y la tristeza
de tan bendita Madre, al ver la pena
de su ilustre criatura!:
¡Del único retoño que pariera,
al que cuidara entre caricias tiernas
y amorosas dulzuras!
¿Habrá alguien que contemple sin piedad
a la Madre de Cristo, y sea incapaz
de sentir compasión
de aquella Madre, que sufrió a la par
el suplicio de Cristo hasta el final,
deshecho el corazón?
¡Vio a su dulce Jesús entre tormentos,
cargando los pecados de su pueblo,
sumiso a los castigos;
y miró que su prole iba muriendo,
hasta exhalar, inválido y maltrecho,
el último suspiro!
¡Madre!: tú, que de amor eres venero,
concédeme sentir tu sufrimiento,
para llorar contigo.
Pon en mi corazón deseos intensos
de amar a Cristo Dios, que como fuego
me apuren a servirlo.
¡Madre santa!: Te pido con fervor
que grabes en mi duro corazón
indelebles las llagas
de quien, clavado en cruz, por mí murió.
¡Quisiera compartir sus penas hoy
con todas mis entrañas!
Dame llorar contigo ante el patíbulo
del Dios crucificado. Te suplico
me des parte en tu suerte:
¡Yo no quiero tener otro destino
que en pie, junto a su cruz, vivir contigo
llorando amargamente!
¡Virgen, entre las vírgenes madre única!:
¿Por qué para mí no eres más fecunda?
¡Quiebra mi corazón!
¡Haz que su muerte yo también la sufra!
¡Haz que sus sufrimientos me recubran,
y viva su dolor!
Te pido que sus llagas me taladren;
que yo beba su cruz, y que su sangre
embriague mi razón.
Así, cuando la muerte me reclame,
confiado y sin temor, iré a aquel trance
bajo tu protección.
Cristo: Te pido que al llegar el fin
de mi vida, me des que sea feliz
en mis momentos últimos,
y que, estando tu Madre junto a mí,
pague con paz el precio de morir
por alcanzar tu triunfo.


13. Entrega total – Ignacio de Loyola – Melina:

Yo te entrego, Papá, mi libertad,
mi mente y mis anhelos;
mi corazón, mi ser y mi persona,
y todo lo que tengo.
Tú me lo diste todo;
a ti te lo devuelvo:
Haz de lo mío lo tuyo,
y tú dispón de ello.
Ya lo demás me tiene sin cuidado...
Regálame sólo esto:
que tú y yo nos queramos..,
y estaré satisfecho.


14. Mañanitas finales (no previstas y cantadas en su forma más común) – varios:

Estas son las mañanitas que cantaba el rey David
y hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos a ti:
"Despierta, muy bien despierta, mira que ya amaneció,
ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió.
 
El día en que tú naciste nacieron todas las flores
y el día en que te bautizaron cantaron los ruiseñores.
Ya viene amaneciendo, ya la luz del día nos vio;
levántate de mañana, mira que ya amaneció."

Me pareció oportuno presentar a Horacio ante todos, y, para ello, quitando ya todo formalismo, pregunté a los presentes a quién de todos ellos pensaban que era el primero a quien había yo conocido. Alguien mencionó a Virgilio, sin proclamarlo, y aclaré yo a todos: 'A Horacio, a quien conocí hace 30 años, cuando, estando castigado él, a sus 19 años, en la cárcel de Tijuana, me tocó informarle que le habían matado a un hermano suyo. Dios quiso que nos reencontráramos hace pocos meses, y le agradezco que esté aquí y le doy la bienvenida...' Y le di un abrazo, del que luego me comentaría Teodoro que Paola, su novia, le dijo haber visto muchos abrazos en muchas partes, pero ninguno tan sincero...
Siguieron otros abrazos, algunos a la vez de felicitación y despedida, y cenamos, sin ningún orden, algo de lo preparado o comprado por algunos: quesadillas en tortilla de harina, salpicón, pizza, frituras de harina, nieve, agua de jamaica y algo de cerveza. Y el grupo se fue disolviendo poco a poco...
En mi casa, habiendo acompañado con Natalia a Ana a llevar a su casa a Horacio, me despedí de ellas a eso de las 10:30, contento, aunque también cansado...

Cerro de la Campana, Hermosillo, Son.,
11 de abril de 2014
Félix Palencia, sI.

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