Evangelio de la Pascua

México canta las grandes hazañas de sus héroes y las historias de amor en forma de 'corrido'. Ninguna hazaña mayor, ningún héroe más héroe ni ninguna historia de más grande amor que los de la buena noticia de la Pascua. Fácilmente se podrá cantar, acompañada por lo menos de guitarra, el corrido que a continuación comparto:


EVANGELIO DE LA PASCUA - MT 28:01-10


Dos coros simultáneos:*

1. A-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya.
A-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya.

2. Cantemos, cantemos, cantemos alegres
cantemos el triunfo de la humanidad:
el crucificado, Jesús Nazareno,
cumplió su promesa y está vivo ya.

Cantemos, cantemos, cantemos alegres
cantemos el triunfo de la libertad:
el crucificado ha resucitado,
triunfó la esperanza, triunfó la verdad.


Solista(s):


Hoy vengo a cantarles, amigas y amigos,
historia que empieza triste y con dolor:
A la Magdalena y a la otra María
un sábado entero la angustia mató.

Luciendo el domingo, ya van al sepulcro,
cuando de repente sienten un temblor:
Enviado del cielo, llegado a la tumba
le quita la losa un angel de Dios.


Su ropa es de nieve, su rostro es un rayo,
se sienta en la piedra, tranquilo y en paz,
mientras los soldados que cuidan la tumba
temblando del susto no pueden ni hablar.

Ustedes, sin miedo; el ángel les dice.
Ya sé a lo que vienen, pero ya no está:
El crucificado, Jesús Nazareno,
cumplió su promesa y está vivo ya.


Miren con sus ojos el lugar preciso
donde lo enterraron, aquí en el panteón,
y a toda carrera lleven la noticia
de que el Nazareno ya resucitó:

Sepan sus amigos que allá en Galilea
lo verán bien vivo después que murió:
El va por delante de todos ustedes,
y allá los espera con la luz del sol.


Todavía con miedo, se fueron de prisa,
llenas de alegría después de sufrir,
a dar la noticia a los de su grupo
de que habrían de verlo allá en su país.

En esas andaban, cuando de repente
tuvieron con alguien encuentro feliz:
¡El era en persona quien las saludaba!
¡Qué dicha tan grande! ¡Qué gozo sin fin!


Jesús les insiste: Ya nada de miedos...
Y les da un recado de su parte de él:
Vean a mis hermanos, y que en Galilea
allá los espero, háganles saber.

Vuelen las calandrias y los ruiseñores,
canten la victoria del que es nuestro bien,
y llegue hasta todos la hermosa noticia
de la Magdalena y de la otra mujer.


Dos coros simultáneos:*

1. A-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya.
A-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya, a-le-lu-ya.

2. Cantemos, cantemos, cantemos alegres
cantemos el triunfo de la humanidad:
el crucificado, Jesús Nazareno,
cumplió su promesa y está vivo ya.

Cantemos, cantemos, cantemos alegres
cantemos el triunfo de la libertad:
el crucificado ha resucitado,
triunfó la esperanza, triunfó la verdad.

* Las sílabas de los aleluyas se prolongan (probablemente en los tonos del bajeo de la guitarra), mientras el otro coro va cantando de tres en tres las sílabas de sus estrofas, haciendo coincidir los tiempos fuertes del compás.

Nota: Artículo extraído del blog "Escritos que hoy quiero compartir", fechado al 26 de Marzo del 2005.

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